Eduardo Fernández, Director de Innovación de Urbaser
«LA INNOVACIÓN SIEMPRE ES UNA BUENA ESTRATEGIA»
Dicen que la innovación es una actitud, y Eduardo Fernández Giménez, desde su puesto de Director de Innovación de Urbaser, trata de contagiar su actitud innovadora a toda la organización. Trabaja siempre con la idea del “residuo cero”, con el objetivo de convertir en recursos hasta el último eslabón de la cadena del reciclaje, ya sea obteniendo gas a partir los residuos orgánicos o combustible diésel a partir de las bolsas de la compra. Paciente, curioso, observador, informado, se muestra orgulloso de trabajar dando un servicio a la sociedad, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
Mayo 2017, redacción web.
¿Qué te gusta hacer cuando no haces innovación en servicios medioambientales?
A mí lo que me gusta es la cocina tradicional. Mi mejor plato, el arroz al horno. Es un plato valenciano, parecido a la paella. También hago bollos caseros. Cocinar es una afición que me relaja mucho. También me gusta el deporte, correr. Hasta hace poco, corría dos maratones al año, pero ahora corro hasta 10 km. como mucho. Todos los días procuro ir al gimnasio. Leer es otra de las aficiones que tengo, fundamentalmente novela negra e histórica. Ahora, por ejemplo, estoy leyendo Los Viajes de Marco Polo, te das cuenta de que el trasfondo de esos viajes era político, suponía la alianza entre el Gran Khan y Occidente.
¿Te interesa la política?
Sinceramente, no mucho, aunque en el pasado he trabajado en la Administración muchos años, primero en el Ministerio de Industria, como responsable técnico de proyectos de medio ambiente industrial. Mi labor consistía en apoyar a las empresas para adaptarse a las normativas medioambientales. Eran los años 90, y las industrias veían las nuevas legislaciones como una barrera. Fue una etapa muy interesante y enriquecedora. Luego estuve dos años en Hacienda, negociando con Bruselas subvenciones para la construcción de infraestructuras españolas, fundamentalmente de I+D.
«Tenemos la oportunidad de mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras.»
La cocina, la lectura y el deporte requieren grandes dosis de paciencia…
Creo que es mi gran virtud, la constancia y la paciencia. Y para hacer innovación es fundamental. La gente se sorprende mucho cuando dices que has corrido 42 km, pero no se dan cuenta de que eso es una cuestión mental y de entrenamiento. En cambio, en algunos momentos la toma de decisiones se me hace difícil. Decidir es duro, pero hay que hacerlo. Hay cosas que, mirando para atrás, pienso que habrían salido mejor con otras decisiones pero esto nos sucede a todos y forma parte de nuestro aprendizaje, que siempre es constante. De hecho, cuando no lo sea, habrá llegado el momento de cambiar a otra cosa.
¿Cómo llegaste a Urbaser?
En 2001, recibí una oferta a través de D. Alfonso Maíllo. Esta oferta coincidió con otras dos, pero elegí Urbaser sin dudarlo. Estaba convencido de que era una gran empresa y así lo he comprobado. Desde el sector público legislas, pero desde la empresa privada adquieres una dimensión económica y empresarial de lo que supone esa legislación. Este sector me ha permitido conocer la problemática real de la gestión de residuos. Me siento orgulloso cuando pienso que nos dedicamos a solucionar problemas reales de los ciudadanos. Hacemos cosas por el medio ambiente y tenemos la oportunidad de mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras. Me siento orgulloso de poder explicar lo que hacemos como empresa, que mi trabajo consista en dar un servicio a la sociedad.
«Hemos invertido tiempo, esfuerzo y dinero, y espero que este año tengamos resultados importantes.»
En estos 16 años, ¿cuál ha sido el mejor momento?
Ha habido muchos, afortunadamente. Uno de ellos fue cuando conseguimos el primer gran proyecto de financiación de I+D, el “OTERSU”. Fue la primera vez en España que una empresa de servicios obtenía un proyecto compitiendo con otras empresas en principio mucho más “tecnológicas”. Otro de los momentos importantes para mí fue la inauguración del Centro de Innovación Alfonso Maíllo en Zaragoza. Supuso la culminación de mucho esfuerzo, tiempo y recursos. Personalmente es un proyecto que significa mucho, por el reconocimiento a Alfonso Maíllo que fue uno de los mayores expertos en residuos del mundo además de una persona con una calidad humana excepcional.
¿Hacia dónde va la innovación en el sector?
En los próximos cinco años, los saltos tecnológicos serán pequeños, tanto en España como fuera. La gestión de los residuos técnicamente tiene muchos avances ahora mismo. Otra cosa es la recogida. En este ámbito, sí creo que se van a producir grandes innovaciones. Hay una discusión social muy importante sobre el modelo ideal de recogida. Si queremos recoger puerta a puerta, con cuatro o cinco contenedores. Ese cambio va a depender de la concienciación de los ciudadanos y de las administraciones. Es la administración quien tendrá que pedirnos ese servicio en los pliegos. Llevo 28 años en estas actividades tanto desde la administración como desde el sector privado y nunca he visto que la innovación dejara de crecer. Todos los gobiernos han favorecido la innovación. Hay que innovar siempre. Si no, te quedas atrás. Pasa en todos los sectores y el nuestro no es una excepción. La innovación es la estrategia y además es compatible con el mantenimiento y la generación de empleo.
¿Qué te gustaría inventar?
El principal problema de la basura es su visibilidad. Si, de alguna manera, consiguiéramos que la basura no se viera, sería estupendo. Actualmente, me gustaría conseguir hacer realidad nuestro proyecto de la valorización de plásticos, llegar a ser capaces de sacar green diésel a partir de plásticos y hacerlo de una forma económicamente viable. Se trata de obtener combustible a partir de las bolsas de basura, las bolsas de la compra, etc, que actualmente no tienen salida. Si lo consiguiéramos, cerraríamos el ciclo de estos plásticos. Hemos invertido tiempo, esfuerzo y dinero, y espero que este año tengamos resultados importantes.
Hay que innovar siempre. Si no, te quedas atrás. Pasa en todos los sectores y el nuestro no es una excepción. La innovación es la estrategia y además es compatible con el mantenimiento y la generación de empleo.
¿En qué proyectos de innovación trabaja Urbaser actualmente?
Mi misión fundamental es planificar la estrategia desde el punto de vista tecnológico y crear e impulsar la cultura de la innovación en la organización. A partir de ahí, en Urbaser estamos investigando con éxito fórmulas para obtener una tecnología económicamente viable que nos permita la producción de combustibles líquidos a partir de plásticos procedentes de los rechazos de las plantas de tratamiento.
Además, trabajamos en la obtención de materias primas secundarias partiendo de la materia orgánica de los residuos municipales y de las cenizas de los procesos de valorización energética. También investigamos nuevos usos del material bioestabilizado procedente de la materia orgánica de la recogida de residuos municipales. Buscamos nuevos procesos, tecnologías y configuraciones para disminuir los rechazos y maximizando los recursos contenidos en los residuos.
¿Llegaremos a tener ciudades inteligentes?
Para mí, el problema actual es saber cómo aprovechar toda la información que estamos generando. El concepto de Smart City va por ahí. Todo lo que va orientado a ahorro o eficiencia energética está avanzando. También en la gestión del agua. En nuestro sector, hemos hecho muchas pruebas que nos dan mucha información, pero tenemos que evaluar su rentabilidad.
Hay también cuestiones de modelo laboral. Los Millenials, por ejemplo, suponen el 70% de la masa laboral y tienen que ser ellos los que lideren la innovación. Son la generación mejor formada, pero tienen que entender el esfuerzo para conseguir resultados. Se lo han dado todo. Yo creo que como han vivido ellos no va a vivir nadie. Quieren ganar mucho en poco tiempo, y eso es complicado.
Completa la siguiente frase: Me gustaría que…
Me gustaría que, como empresa, encontráramos la manera de que la gente sintiera que su trabajo es importante y que tiene mucho sentido. Necesitamos mejorar la comunicación, tanto hacia dentro como de puertas afuera. En este sentido, creo que la nueva página web y nuestra presencia digital es un primer paso. Somos muchos, y es un reto.